Robots cada vez más parecidos a los humanos; este es el último avance que hará casi imposible saber que se trata de una máquina

 

El planeta atraviesa por un momento en el que la tecnología avanza de forma asombrosa; por un lado, la inteligencia artificial ha marcado un antes y un después y se ha convertido en una herramienta superpoderosa para varios sectores de la economía, provocando una revolución comparada a cuando apareció el internet.

Así mismo, la robótica continúa galopando y presentando avances que sorprenden cada vez más al mundo; precisamente, lo último tiene que ver con el desarrollo de un elemento que lleva esta ciencia a otro nivel y que deja a los humanos totalmente asombrados.

Se trata de lo logrado por el profesor la universidad de Standford Zhenan Bao y su grupo de científicos, quienes han logrado desarrollar piel robótica sintética compuesta de varias capas, la cual le permite a las máquinas autorrepararla e imitar algunas de las propiedades de la piel humana, llevando a los robots a poder tener mayor sensibilidad y mejorar su funcionamiento.

La característica más llamativa de este avance es la de que esos tejidos puedan recuperarse por sí mismos mientras sigue funcionando, un paso bastante grande que imita el mismo proceso de la piel humana cuando de manera natural recupera las capas de la piel cuando sufre una herida.

Así mismo, la piel sintética está en la capacidad de adaptarse a los diferentes cambios térmicos, mecánicos y eléctricos. Estos tejidos sintéticos que ahora vestirán a los robots se reparan de forma autónoma y recuperan su funcionalidad, tal y como ocurre en el cuerpo humano.

En cuanto a la temperatura, esta piel sintética es capaz de aguantar altas temperaturas, incluso, cuando se somete a espacios superiores a los 70 °C, se recupera en tan solo 24 horas, mientras que a temperatura ambiente su proceso de curación puede demorar una semana; todo esto, permite a la industria plantear diferentes usos sobre robots creados para ciertas funciones en las que las condiciones climáticas sean extremas.

Dentro del proyecto impulsado por el profesor Bao, se planea incluir varias capas para poder construir un tejido sólido y más inteligente que le permita a los robots recolectar más información gracias a que cada nivel de esta piel podría estar enfocado en una función específica como percibir temperatura, ser sensible a la presión, identificar el entorno, etc.

Estos avances llevan la robótica a otro nivel y permitirán a las máquinas comprender mucha más información del entorno, lo que de manera directa aumentará la seguridad de los humanos, al poder recolectar muchos más datos del entorno en el que se encuentran, ayudando a prevenir accidentes y contribuyendo a la seguridad de los espacios en los que están instalados.